#YaLlegaSantaClaus en Cactux | Indie Ground

5:52 p.m. Ricky Nava 0 Comments

Morelia, Michoacán, Cactux, 10 de diciembre de 2016. 

Lo que había comenzado con la idea de presenciar a la banda D1N1 en Cactux Morelia, terminó por ser una noche sin el show de los ahora residentes de Ciudad de México, pero con muchas otras propuestas que ofrecieron bastante música de calidad y buena actitud.

El show comenzó poco antes de que el reloj marcara las nueve y treinta de la noche, el bar ya contaba con una decente cantidad de personas dispuestas a apoyar y disfrutar de la variedad musical que habría a lo largo de la noche.

La banda integrada por cinco músicos, con una chica haciendo los bajos, un par de chavos en las dos guitarras, además de sus respectivo bataco y vocalista, Petricore es una banda que con estructuras bastante elaboradas crean algo de noise rock, o algo por el estilo, ya que en realidad sería difícil clasificar el sonido que generan, pero fuera de una etiqueta, lo que importa es que son realmente buenos y tienen algo que propone.

Con un público que rayaba en una cantidad de treinta personas y que se mostraba atento al par de guitarristas, que portaban un pasa montañas o algo por el estilo que les cubría la mitad de sus rostros, o en sí al resto de las bandas que interpretaron sólo canciones instrumentales, la banda dio una buena interpretación a la que les respondieron con muchos aplausos y buena actitud.

Pasados pocos minutos de que Petricore finalizará, la segunda banda estaba lista para comenzar su setlist.

Para este momento ya se veían unas cuarenta personas en la sala de conciertos, eso suena como si fuera muy grande, ¿no? bueno, por algo dicen que el tamaño no importa.

Evidentemente por la cantidad de público ya mencionada, ya se encontraba un conjunto mayor frente al escenario, ante el cual la banda comenzó su primera canción, con la cual creí que harían sólo una interpretación instrumental, después me di cuenta que la mayoría de canciones serían de esa manera... pues obvio no estaba el vocal, ¡duh!. 

Ya todos sabemos que las estructuras de sus canciones conllevan baterías rápidas y certeras con arreglos incesantes en las guitarras, ahora que pudimos escucharlos instrumentalmente, se apreció más la complejidad de sus composiciones que son un golpe de poder melancólico ante el cual el público aplaudió esa noche con demasiada actitud.

Un pequeño clímax de la noche fue el momento en que al baterista le salió volando una baqueta, uno se pudo distraer con eso lo suficiente para que fuera una gran sorpresa el escuchar los primeros guturales de la noche por parte del bajista de la banda... pero, ¿y el slam cuándo llega?

El guitarrista John estaba aventando la casa por la ventana, al menos un par de veces salió volando su gorra y sus púas para tocar. Momentos después, repentinamente observé el micrófono en el suelo entre el público justo al momento de escucharse el gran grito de Ícaro "NO ESTOY MUERTO!" .

El guitarrista Jonathan siguió haciendo de las suyas y dejó su guitarra sobre el escenario para bajar a cantar el resto de la canción en compañía del público. Lo que recuerdo después de eso fue el primer golpe de la noche, ah, porque el slam ya había llegado.



















Con una hora y diez minutos faltantes para le media noche, la tercera banda comenzaba su show.










La serenidad volvió al bar con ellos después de que el vocal nos anunciará que la primera canción que interpretaría estaría dedicada a su ex, así como todo el setlist del dúo, que en algún momento eran tres músicos, es, neta, chequen aquí. ahora regresaron en manera de pareja emotiva.

A pesar de manejar temas que se podrían prestar para deprimirse tranquilamente, llevan un ritmo rápido que encaja de manera perfecta con las letras bastante expresivas.

La cantidad de personas frente a la banda disminuyeron un poco para este momento, pero la conexión seguía siendo igual de fuerte e intima. El guitarras y a la vez vocal, sabe aprovechar las ventajas de la tecnología dándole el uso adecuado a los loops para que no haya ningún espacio vacío en sus canciones, ojalá hubiera loops de momentos felices para las vidas de todos ♥

Cabe destacar que el energético y talentoso baterista usa maquillaje en forma de antifaz, dándole otro toque de actitud a la banda, u know bitch. Aunque son relativamente nuevos, bueno, ya no tanto, se puede enfatizar el hecho de que un número bastante considerable de personas corean sus canciones o incluso las cantan a full.















En conclusión de esta banda podría decir que si no se atrapan con ellos, es porque no tienen corazón o aún no ha estado roto.


Este fue un momento en el que conocí otra banda de las que según yo son algo nuevas, para este momento la gente aún no se marchaba, pero si regresó a sus lugares a echar el coto con sus acompañantes.Al parecer la chaviza ya no tenemos la misma resistencia.

Pero a pesar de ello, la actitud era vigente desde los asientos, desde donde escuchaban y apreciaban las canciones en las que pareciera que el bajista es la clave del grupo con sus tonos agudos marcados y rítmicos.

El baterista mostraba un gran de destreza y rapidez, con la que embonaba muy cool el guitarrista con arreglos y tappings armónicos, cada uno de los músicos demostraba su destreza ante sus instrumentos con los que creaban un ambiente pasivo, aunque de repente lo rompían con estructuras un tanto hardcore en los intermedios de sus canciones.

Fue otra agradable experiencia ver en vivo a una banda nueva de la capital michoacana, que curiosamente también cuenta con un rock instrumental, siendo así bandas instrumentales la mayor parte de la noche.



















El reloj marcaba cinco minutos después de las doce de la madrugada, así como cinco fueron los integrantes que en seguida vimos sobre el escenario, dispuestos a hacer un rock alternativo, muy prendido y melódico. En este punto de la noche, ya no había comparación con la cantidad de personas que hubo en el punto medio del show.

Al igual que con la agrupación pasada, ya la mayoría descansaba en su lugar, pero no dejaban de disfrutar de la música y el talento local, que en toda la noche estuvo a una gran altura.
Cabe señalar que todas las bandas que se presentaron esa noche incluyendo obviamente a Nesbitts, interpretaron canciones de su completa autoría.


En características musicales se podía apreciar que el vocal alcazaba notas altas de una gran manera, adornando así exitosamente la estructura de las canciones. Ambos guitarristas demostraron el talento suficiente junto al resto de músicos, que lucen demasiado jóvenes.


Con mucha actitud y baile los Nesbitts ejecutaban canciones con la letra en un inglés bien pronunciado; a pesar de contar con un integrante o dos más que el resto de propuestas que vimos en la noche, la ecualización fue tan eficaz que se distinguió cada instrumento, incluso el bajo que suele perderse en muchas ocasiones.

Al final, la banda interpretó dos veces un cover de SOAD: Chop Suey. La primera tomó un poco de sorpresa, la segunda porque ya entrados en ambiente el público les exigió que tocaran otra canción, sin importar que repitieran esta última.

















En sí la noche estuvo llena de músicos talentosos, así como lo mencionaron en ese momento Nesbitts y agradecieron por la invitación al show. Un show que a pesar de sufrir la ausencia de quienes serían los estelares, no dejó nada que desear.



Fotografía: Daniel Luna Calderón.
Redacción: Ricky Nava Ochoa.