PACIFICO TOUR: LOS VIEJOS, CARDIEL Y ANTINADA.
Otro viernes de llegar crudo, golpeado y desvelado a nuestras obligaciones gracias a los excelentes shows de Mock Brand.
Esta reseña que debería ser tan intensa y eufórica como la
energía de las personas que asistieron el pasado 10 de Noviembre en la casa de
todos: Jeudi 27; pero lamentablemente debemos comenzar pidiendo una disculpa.
Nos disculpamos por el hecho de que por las
malditas/benditas actividades laborales no pudimos llegar lo suficientemente
temprano para cubrir y disfrutar las bandas locales; pero como ya tenemos un chingo de fotos de las tres bandas que se
presentaron, les vamos a poner una por agrupación, con una pequeña descripción
de lo que suponemos que pasó.
THE BONELESS.
Rifaron con su skate
hardcore punk, sonando con la misma rapidez y rudeza de siempre, pero sin dejar
de lado la mala suerte de siempre con las fallas técnicas con los cables de las
liras. (Ojalá nos equivoquemos y no les haya vuelto pasar).
NOSOTROS LOS MUERTOS.
Esta banda demostró
que para rockear súper cabrón no se necesita tener entre 15 y 25 años, o 27, o
30, o bueno, ustedes calculen. Sus años de experiencia se ven reflejados en sus
creaciones musicales que son un hardcore/doom excelente, el mismo que esa noche
dio pie a seguir mateando y preparándose para lo que se venía.
SVÄRD.
La hora escandinavica
(¿o cómo es?) había llegado, la banda con músicos que ya han estado en otras
excelentes bandas de la ciudad subió a la pequeña tarima a dar lo mejor de sí.
Enseguida se le metió el chamuco a uno de los guitarros, mientras él y el resto
de la banda armaron el soundtrack perfecto para el lindo momento satánico.
ANTINADA.
Para cuando los
AntiNada iban tal vez en la mitad de su repertorio, fue que llegamos al Jeudi 27; los
amigxs me pusieron un poco al tanto de lo sucedido: una compe de skate, chingo
de gente y un cotorreo prometedor.
Me acerqué al escenario y lo primero en notar fue que el
bajista de la banda era el mismísimo Albert Einstein Jacobo de Los Viejos,
después de ello, me deje llevar por la excelente propuesta de la banda.
A decir verdad, a nivel personal teníamos la idea de que se
trataría de un hardcore punk, pero fue una sorpresa agradable e interesante el
identificarlos más con algo que tenía tintes de punk rock melódico, agregado a
eso, letras bastantes acorde al género, situaciones de la sociedad, del desconformismo
personal, era algo que remontaba de una gran manera a nuestras épocas de
pubertad y punk rock.
CARDIEL.
Desde que la pareja de músicos de Venezuela se acercaba con
sus instrumentos y preparaba todo en el escenario, ya todos esperábamos con
ansias a escuchar los primeros acordes de sus canciones llenas de poder.
Los cuerpos se tambaleaban levemente, en espera del slam, con
la pequeña tarima que pusieron en el lugar se marcó diferencia, había una
interacción bastante buena entre el espacio banda/público, la cual se hizo
notar desde el comienzo.
Nos dimos el lujo de matear y moshear un poco con las
primeras canciones, lo cual fue bastante confortable, hasta cierto nivel es
asombroso como en un lugar donde los riffs agresivos y los cuerpos golpeándose y
aventándose a la velocidad de la música, se siente un ambiente de hermandad y
felicidad.
Después corrimos por la cámara para tratar de tomar buenas
fotos de la chica baterista que se robó el corazón de todos los hombres que
asistimos, así como del guitarro/vocal que se rifaba unas figuras, arreglos,
riffs y loops bastante ponchados.
LOS VIEJOS.
La presentación de Los Viejos se podría resumir en lo
siguiente: Hacía mucho que el público no se prendía tanto con una banda y
tocada como ésta, hasta llegamos al punto de romper un televisor con patadas,
puñetazos y personas que le caían encima a causa del slam.
Bueno, en eso se podría resumir, pero como ésta no es una
tarea de mis profes que no les entiendo qué vergas hablan, tengo ganas de
escribir un poco más, sólo un poco.
Desde que ambos músicos estaban arriba de la tarima pero aún
no se ponían las máscaras para transformarse en Los Viejos, es decir Jacobo y
Eustaquio, se sentía la adrenalina que estaba a punto de explotar.
Detalles como un individuo gritando “¿y las máscaras pinches
Viejos?”, gente que esperaba en medio del espacio para que comenzara el baile y
los que estábamos al frente sosteniendo fuertemente nuestras cervezas para no
tirarlas a causa de los empujones, era el ambiente previo, todavía algo un poco
“ordenado”.
Pero en cuanto comenzó el tracklist de los rancios, el caos
perfecto se vio en todo el lugar, un mosh pit bastante excitante y divertido, energía
desenfrenada por parte de Los Viejos, gente arrojada hacia la tarima por el
slam, ah, y también contra un televisor de esos que decoran el bar, el cual fue
utilizado cada vez más como saco de box, llegando al punto de hacerla mierda,
así como los cuerpos de todas las personas que estuvimos recibiendo y dando
golpes felizmente al ritmo de esta grandiosa banda que siempre mantuvo una
buena onda increíble. En serio, porque hasta para bajar a las personas que se subían a la tarima, para quejarse del calor que sentían por las máscaras y responder cada mamada que se escuchaba entre el público, tenían buena onda!
Si esta pequeña reseña no les da basto para visualizar, imaginar o recordar lo sucedido, chequen todos los vídeos de los guapos de Mock Brand.
Fotografía y reseña por Ricky Nava.