Lunes Literario: Carta a un desconocido Por Yuno Godka
LUNES LITERARIO:
CARTA A UN DESCONOCIDO POR YUNO GODKA.
Carta a un desconocido:
Te veo doblando la esquina y
entrar a esa vieja cafetería, aquel lugar lúgubre que la juventud olvida, te
acercas al mostrador y pides un expreso cortado sin espuma, la maquina se
enciende y comienza a hacer ruidos oxidados que cualquiera detestaría, pero tú
no, tu permaneces en la fila, sacando y contando monedas de tu pantalón
desgastado, yo me siento en la esquina, lo suficientemente cerca para ver tus
movimientos, pero lo bastante lejos para que no notes mi presencia, tu cabello
comienza a cubrir tus ojos, tus ojos, tus ojos cafés inexpresivos, les hace
falta brillo, parecen apagados, mi corazón se estremece, pareces tan frágil,
tan descuidado, ojala pudiera acercarme, ojala pudiera darte una palmada y
decirte que todo está bien, que todo estará bien...
Quizás sabrías apreciar mi
consejo, me verías a los ojos, sonreirías y me invitarías a sentarme, yo te
daría las gracias y juntos compartiríamos un café, que mas que café es un
momento, un momento de tu vida, que mas querría yo que eso, un momento de tu vida
bastaría...hablaríamos de mil cosas hasta caer la noche, las luces comenzarían
a apagarse, ambos sabríamos que es hora de partir, saldríamos por la puerta, tu
te inclinarías para despedirme de mi, me dirías que fue un rato agradable y yo
me moriría por besarte, te alejarías y yo te vería alejarte, te seguiría con
mis ojos hasta que volvieses a doblar la esquina, pero no seria el fin...
Al día siguiente volverias y
yo estaría esperándote, me verías, sonreirías y la rutina volvería a repetirse,
las platicas se volverían mas serias conforme pasaran los días, me hablarías de
tu vida, de tus sueños, de tus miedos y de esas cosas que uno no suele contarle
a nadie, iríamos al cine, saldríamos un par de veces antes de tomarnos de las
manos y sentirnos avergonzados, compartiríamos noches y días, helados y
cálidos, nos acurrucaríamos, reiríamos, nos descubriríamos el uno al otro y de
pronto nos sentiríamos amados.
Queridos, completos y
conformes con la vida, seguiríamos tomando café de vez en vez, me presentarías
a tu familia y yo te presentaría a la mía, las cajas se apilarían en un
esquina, las peleas serian inevitables y yo querré golpearte hasta el
cansancio, gritarte hasta quedarme sin voz, tu te quedaras callado y saldrás
por la puerta, me llevaras flores al día siguiente y lo olvidaremos todo...
Suena fácil ¿no?, suena
fácil decir e imaginar que todo eso ocurriría si tan solo tuviera el valor de
acércame, de tocarte el hombro y decirte que todo estará bien, que todo siempre
estará bien... pero lo cierto es que te amo o al menos eso creo, quizás nunca
deje de amarte y que todo fue cierto, que todo fue real, cuesta imaginar que
alguna vez estuvimos juntos, que alguna vez reímos, lloramos y peleamos pero
sobre todo nos amamos, ahora parecemos dos desconocidos, fui olvidando de poco
el sonido de tu risa, los detalles de tu cara y el aroma de tu cabello, la vida
siguió su curso, encontraste a quien amar y yo encontré la manera de volverme
fuerte, encontraste la manera de cumplir tus sueños y yo aprendí a no rendirme,
te veo...
Y solo puedo pensar en lo
mucho que te aprecio y es que no puedo odiarte, y es que una mala jugada del
destino nos arrastro a este infierno, a esta conclusión que después de llantos
y gritos incesantes, optamos por no volver a hablar nunca mas y así fue y así
será... De pronto miras hacia acá, te quedas petrificado, sonríes y sales por
la puerta. Volvemos a ser dos desconocidos... —Yuno Godka
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