THE ZETA DE REGRESO EN MORELIA.
SOMOS VIENTO QUE SOPLA EL MUNDO, SOMOS MUNDO QUE SOPLA EL VIENTO.
Uno de los shows más
esperados desde el comienzo del mes, desde el comienzo del año, desde la última
vez que ellos vinieron el 30 de mayo del 2014. Y toda la espera valió la pena,
estuvo pasadísimo de versh.
El show fue el pasado domingo
19 de Junio, lamentablemente el hecho de que fuera en domingo impidió que
llegaran tantas personas como todos esperábamos, aunque con el pasar de las
horas si fue una cantidad perfecta para que el ambiente se pusiera intenso y de
cuidado.
La música comenzó relativamente
temprano a pesar de la poca audiencia en el lugar, lo cual es algo admirable,
ya que la primera banda fue la que pagó la cuenta.
MEYN.
Los chavos de Meyn fueron
los encargados de abrir la noche, al comienzo de su set había unas 30 personas
listas para escuchar todas las bandas. Aunque el ambiente se mantuvo tranquilo,
la noche comenzaba de la mejor manera con los ex músicos de Protón, que
seguramente conseguirán consolidarse de igual manera con este nuevo proyecto.
Minutos después comenzaron a
llegar más personas, por un momento se podría garantizar que fuimos unos 40
escuchando a Meyn, que por cierto estaba ejecutando de gran manera
.
Siempre es muy entretenido
escuchar y ver en vivo a los chicos de Meyn, ya que sus canciones cuentan con
estructuras dinámicas, combinaciones perfectas entre voces melódicas y pausas marcadas y bien posicionadas. Además la
manera en que cada uno de ellos domina su instrumento es genial, por ejemplo,
el bajista siempre tocando de grandiosa manera y ejecutando unos perfectos
tappings.
Si no han tenido la
oportunidad de escucharlos en vivo, chéquense este video en nuestro canal: Meynen el Metalcore Fest.
SVÄRD.
Además de que esa noche
fuera especial porque Morelia volvería a tener a The Zeta, también lo fue por
el hecho de que debutó la banda Suärd. Ya teníamos idea del sonido que tendrían
tomando en cuenta que son músicos que integran bandas como Bloodlash y ex
integrantes de Crassus y Aküma.
La oscuridad de la banda fue
evidente desde que pusieron una pequeña bandera con un bonito pentagrama
satánico; muy estética y darks la imagen de los talentosos músicos.
Para cuando Suärd comenzó a
tocar el número de personas seguía siendo poco, pero éramos los suficientes
para crear un buen ambiente mientras la banda presentaba su excelente proyecto.
Y más que nada la pinche actitud pasada de lanza especialmente de los
guitarristas era lo que hacía vigente una energía de lujo; me dolió el cuello
cuando veía la pinche intensidad con la que hacían headbanging.
Musicalmente también era un
show bien cabrón, ya que con sus riffs oscuros, voz con guturales combinados
con tonos limpios y tintes de black metal hacían lucir muy chido todas las
rolas que tocaron, bueno, las pocas rolas que tocaron, pero a pesar de que
fueran pocas canciones, fue suficiente para demostrar que es un proyecto que va
con todo.
ALBTRAUM.
La música oscura y fuerte
seguía por parte de Albtraum, banda originaria de Aguascalientes.
Albtraum explicó el concepto
de la banda, el cual se podría resumir en que es una banda prácticamente reciente,
que tiene muchas cosas que desean expresar, temas fuertes pero que son
necesarios tratar y que tal vez no sea común encontrarnos con bandas que lo
hagan, pero es genial que haya una banda que lo haga al ritmo del crust punk.
La voz rasposa combinada con
las bases rápidas generan canciones que aunque son muy cortas, logran crear un
impacto muy bueno. Porque además de sonar a un punk bastante genuino, los temas
que abordan tienen bastante fuerza, temas como el creer o no en un dios, el
hecho de que el hombre vive a cuesta del sufrimiento de otros seres vivos, pederastia
y corrupción en este país que está en decadencia.
Me pareció bastante bueno el
discurso que tienen como banda, y como tuve oportunidad de comentarlo con el
vocal, no son sólo una banda más que quiere verse agresiva y tira mierda a
diestra y siniestra, quejándose de todo para lucir anarquistas.
Ellos tienen
mucho por decir en sus canciones y en sus presentaciones en vivo, y una de las
cosas que mencionaron y que tienen mayor significado, es el hecho de saber
reconciliarse con uno mismo cuando se siente que ya nada está bien en este
mundo de mierda.
THE ZETA.
Al fin era la hora que todos
esperaban y me parecía increíble que aún no fuéramos ni cincuenta personas en
el lugar. Estamos conscientes de que era domingo pero vamos, la situación valía
la pena.
Pero en cuanto de The Zeta
comenzó a tocar, no mamen, el mejor puto momento de la noche, de la semana y
del mes.
Veíamos a los músicos
brincando como locos, bailando y agitando la cabeza tan fuerte que parecía que
en cualquier momento saldrían volando de entre sus hombros. De la nada éramos
más de 60 personas en el lugar, y el mosh pit comenzó tan fuerte que me vi
obligado a hacerme a un lado y golpearlos con la cámara cada que los veía acercarse
o pasaba en medio de todos.
No se puede describir
textualmente el sentimiento que gobernó el lugar cuando The Zeta tocaba El
Rompe Olas y se desato todo esto que fue un momento grandioso, todos felices
cantando, gritándole al micrófono queriendo ser parte de esa noche que se
quedara en nuestras mentes por un largo tiempo. Toda la maldita espera para
volver a ver a The Zeta o para algunos otros, verlos por primera vez valió la
pena.
Verlos era un deleite
fascinante, ver como el baterista y guitarrista se pasaban de un instrumento a
otro, la tarola que pusieron en medio de toda la agrupación y que se turnaban
para tocarla con gran ritmo, fuerza y velocidad le daba un toque espectacular a
todo el show.
La variedad de ritmos que
manejan en su discografía es aún más
impresionante en vivo, desde ritmos geniales con percusiones bastante buenas
para bailar tranquilamente, hasta canciones súper rápidas y con un gran sonido
hardcore para dar lo mejor de sí en el mosh.
Al momento de que tocaban
los mencionados ritmos excelentes para echar un buen baile, el guitarrista no
perdía la oportunidad de aventarse los mejores pasos de la noche, mientras
todos le aplaudían y bailaban a su alrededor.
Después de medio set, decidí
guardar mi cámara y prepararme mentalmente para entrar al baile de los codazos
que se veía que estaba de cuidado, volví al frente de la banda y después de un
par de canciones voltee y me di cuenta que ya no había la mitad de la gente. Al
parecer así como aparecieron de la nada, se marcharon de igual manera.
Pero eso no importo para que
la felicidad y energía que The Zeta transmitía se dejará de sentir. El hecho de
que quedáramos pocos para disfrutar de la banda lo hizo más especial, ya que
era un show lleno de increíbles improvisaciones que podíamos disfrutar muy de
cerca y tranquilamente.
Me siento muy triste por
todos los que no pudieron asistir y ser parte de esta gran fecha con The Zeta,
en serio que es de lo mejor que le ha pasado al underground en Morelia en mucho
tiempo.
Gracias a Mock Brand y todos
los organizadores por darnos shows tan buenos, esperamos que este movimiento
siga creciendo.
Fotografía y redacción por: Ricky Nava Ochoa y Danno Luna.







































































