Bazar Festival Dada: 8 años de ser una verdadera alternativa DIY
Hemos vuelto después de un par de semanas con las
entrevistas a ciertas personas de la capital michoacana que nosotros creemos
que han colaborado de una o muchas formas a la escena y la cultura alternativa.
Y algo que ha marcado ese tipo de cultura son los bazares
para emprendedores nuevos que ofrecen productos alternativos, algunos de estos con
líneas de ropa, fanzines, stickers o también piezas de arte como impresiones,
ilustraciones y muchas cosas más.
Así que para saber más del tema y conocer acerca de las dificultades
que suelen enfrentar decidimos molestar a la organizadora del bazar DADA.
Hola, ¿cuál es tu nombre? y por favor
compárteme un poco del trabajo que has realizado como artista y comerciante.
R.- Karen Padilla Conejo, soy artista visual y
trabajo como organizadora del festival DADA, festival (bazar) independiente
desde el año 2015, recientemente también estoy como colaboradora en el Suteki
Fest desde el año pasado.
¿Cuál seria el término/concepto adecuado para
los comerciantes y artistas que suelen participar en bazares como DADA y
organizaciones por el estilo?
R.- En general podríamos englobarlos como
emprendedores, porque cada uno tiene su diferente giro, y están iniciando con
sus respectivos negocios.
¿Cuál es el objetivo de los bazares y cómo
funcionan en cuestión de logística a grandes rasgos?
R.- Los bazares son una plataforma para dar a
conocer el trabajo de diferentes artistas, diseñadores y pequeños productores.
Son también puntos de encuentro y contacto directo, en el que tú de primera
mano como consumidor puedas conocer al productor y/o creador de diferentes
obras, productos, etc. Además de que puedes adquirir los productos que ofrecen
a mejores precios, sin intermediarios.
Los bazares también funcionan para crear lazos
y colaboraciones entre los mismos participantes, construir amistades, hacer
trueques, acuerdos, etc.
De esta manera nos apoyamos e impulsamos la
economía local En general en cuestión de la logística, hemos realizado nuestro
bazar colaborando con el espacio de JEUDI 27, la sede ha sido la misma desde el
inicio, y hemos encontrado una buena manera de trabajar con todo su equipo.
También pudimos realizar una edición en Ciudad
Hidalgo junto a la secretaria de turismo de esa ciudad.
¿Cuál fue tu mayor aprendizaje al realizar la
primera edición del Festival Dada?
R.- Creo que en general fue la importancia de
un buen equipo de trabajo, no importa lo pequeño que sea, saber dividir las
tareas y organizarlas, y estar muy atenta a los pequeños detalles, que son los
que hacen la gran diferencia en cualquier evento.
¿Cuál sería la característica que diferenció
al Festival Dada del resto?
R.- Creo que el concepto, ya que nosotros nos
enfocamos en promover proyectos independientes principalmente, desde la
convocatoria tratamos de no salirnos de esa línea, que sean artistas,
diseñadores, o pequeños productores, evitando artículos de reventa o de marcas
conocidas.
Además hemos tratado de lograr que sea una
experiencia para el público al integrar distintas actividades y no solamente el
bazar, como talleres, poesía, invitados especiales, música, entre otras.
Tratamos de que sea diferente en cada edición.
¿Qué retos fueron los más grandes que
encontraste y que desenlace tuvieron?
R.- Creo que para todos la pandemia, es el
reto más grande que hemos tenido al momento, y tratar de retomar el ritmo que
llevábamos con el festival. También varios de nuestros expositores de años
pararon sus proyectos, cambiaron de giro o incluso en algunos casos los
dejaron. Fue un poco difícil retomar y recuperar la confianza en el público
para salir a los eventos de nuevo, pero de a poco hemos vuelto y esperemos que
todo continúe bien.
Aprovechando el espacio ¿hay alguna
inconformidad, crítica o sugerencia que quieras expresar dirigida para
artistas, organizaciones o asistentes de bazares?
R.- Creo que actualmente la oferta de
bazares/festivales ha aumentado en la ciudad. Lo que he notado y a la vez
varios expositores también me han comentado es la saturación, los costos
excesivos y la falta de publicidad en muchos de ellos.
También me parece preocupante saber que varios
organizadores están usando estos espacios para hacer campañas políticas o para
servir a sus propios intereses, y no ofrecen a veces las condiciones básicas
para los expositores. Están tomando todo el esfuerzo que hacen muchos
emprendedores para solo ellos salir beneficiados, lo cual es bastante injusto.
Para concluir, solo quiero reforzar la idea de que sigan apoyando los bazares
independientes, así como que traten de analizar estos pequeños detalles porque
muchas personas han abierto espacios, pero llegan estas cuestiones oficialistas
y de las autoridades que se las apropian para después quererlo manejar como que
te están haciendo un favor al integrarte al evento cuando originalmente no
nació de ellos.
Entonces supongo que es cuestión de escoger
bien en qué participamos, informándonos y siendo críticos para decidir por un
bien comunitario y mantenerlo alternativo.